viernes, 26 de agosto de 2011

LA AUTOCRÍTICA DE RICARDO ALFONSÍN


Sentado en la cabecera de una mesa compartida con jefes partidarios de todo el país, Ricardo Alfonsín tomó un micrófono con la mano izquierda, miró al frente, la cabeza en alto, lo enfocaban las cámaras, y entonces se criticó a sí mismo: “Hice todo que creía, hice todos los sacrificios. Eso no quiere decir que hice lo correcto.

Estoy dispuesto a rectificar los errores ”. El radical cerró ayer con un largo discurso el Comité Federal de la UCR, un encuentro del que participaron todos los presidentes de los comités provinciales, el primero en su estilo tras la derrota en las primarias.

El mensaje general fue realista: “El objetivo de máxima es ganar las elecciones. Y si no se puede tenemos que lograr que la UCR la principal fuerza de la oposición ”, definió Alfonsín.

Además de la autocrítica, de una repaso por sus propuesta, del tono irónico con el que habló de “los analistas” de los medios, de algún castigo solapado a Hermes Binner, el radical también defendió su decisión de aliarse con Francisco de Narvaez, y criticó al Gobierno. Según su visión, la marcha de la economía, la crisis internacional y hasta la crisis en el mundo árabe influyeron en la victoria de Cristina Kirchner: “Todavía está fresca la memoria del 2001”.

Tras el encuentro, el radicalismo emitió un documento que lleva el título “Hacia el 23 de octubre ratificando y profundizando nuetro compromiso permanente”, en el que se le dedicó un párrafo a la necesidad de llegar a un “equilibrio institucional” con las elecciones de octubre. Alfonsín profundizó apuntando al kirchnerismo: “Es peligroso que un partido que no tiene composición republicana controle todas las instancias del poder”.

El plenario radical se realizó en el Comite Nacional y fue abierto por su presidente, Ernesto Sanz. Hablaron además los titulares partidarios de las provincias, y los jefes parlamentarios, Gerado Morales y Ricardo Gil Lavedra, y también el candidato a vicepresidente Javier González Fraga.

Los radicales hicieron catarsis por las primarias, pero también por la política de alianzas que aun se desarrolla en varios distritos. La situación ante el avance del socialista Hermes Binner fue muy abordada. A pesar de que en varios candidatos a gobernador de la UCR -como los de Entre Ríos, Mendoza y La Pampa- analizan acuerdos para apoyar a Binner, en el Comité Federal se escucharon críticas al gobernador de Santa Fe. Palabras más, palabras menos, se lo acusó de ser “funcional” al Gobierno por haberse negado a aliarse con Alfonsín. El propio candidato aludió a Binner criticando a la vez a medios que no identificó: “Salimos segundos, pero para algunos analistas parece que es mejor salir terceros o cuartos ”.

En su discurso, Alfonsín admitió que se había equivocado al “comunicar” sus propuestas: enumeró algunas. Y volvió a defender su acuerdo con De Narváez. Explicó que lo hizo para poder al llegar al poder, y agregó que todo se basó en propuestas comunes: “No sacrifiqué ni un ápice nuestras convicciones”. También le dedicó elogios y promesas a la Juventud Radical y a los jóvenes en general, conceptos que incluirá en su nuevo discurso de campaña.

Una definición de Alfonsín podría resumir el espíritu del encuentro de ayer: “Es difícil ser radical. Pero vale la pena”.
FUENTE:"CLARÍN"

jueves, 11 de agosto de 2011

CIERRE DE CAMPAÑA


"Regresa la República el 10 de diciembre, se terminan los superpoderes, se terminan los DNU, se termina el actual Consejo de la Magistratura y los presupuestos truchos", aseguró el candidato a presidente por Ricardo Alfonsín durante su acto de cierre de campaña.




Alfonsín realizó el acto de cierre de campaña en un hotel céntrico. El dirigente radical dijo que después del 10 de diciembre en el país habrá un Gobierno de integración. Convocó a todas las fuerzas políticas y se preguntó cómo no se va a poner de acuerdo con otros espacios "en salud, en energía o en educación".




"La Asignación Universal por Hijo (AUH), que el Gobierno intentó copiar de la oposición, no ha sido ni tan amplia ni tan universal. Tiene que ser una AUH automática, sin punteros para que no se queden con un vuelto y sin tener que pasar por las listas para controlar la presencia en manifestaciones", manifestó el candidato a vicepresidente, Javier González Fraga.




Con un duro discurso hacia el Gobierno nacional, Alfonsín dijo que una de las características que tiene que tener el presidente es la ejemplaridad. Y que eso significa, entre otras cosas, ser tolerante. "Nadie es enemigo de nadie por el solo hecho de ser diferente. Humildad se necesita en la Argentina", aseguró el dirigente.




En una clara alusión a las giras del ministro de Economía, Amado Boudou, con la Mancha de Rolando, el radical dijo que “en los minutos que emplearon tocando rock se fugaron 10 mil millones de dólares”.





Alfonsín y González Fraga estuvieron acompañados en la mesa con el otrora precandidato a presidente del espacio, Ernesto Sanz. También estaban los candidatos a diputados Graciela Ocaña y Manuel Garrido.




El candidato de UDESO también criticó al Gobierno por darle más prioridad al tren bala que a la doble escolaridad. "No es lo mismo gastar 100 millones de pesos en un estadio en Formosa para que jueguen al basket y al volley, que llevarles cloacas, escuelas, hospitales, viviendas a esos pobres Qom que fueron perseguidos en Formosa", añadió.

FUENTE: "CLARÍN"

martes, 9 de agosto de 2011

PROPUESTAS CONTRA LA INSEGURIDAD


FOTO: NANCY GODOY


1. Seguridad, justicia, derechos y democracia.
La seguridad es una precondición necesaria para la efectiva vigencia de otros derechos y, de esta manera, se entrelaza con la idea misma de democracia. La ausencia de capacidad estatal para proteger los derechos va produciendo entonces una pérdida de confianza en el régimen democrático.
Proteger a los ciudadanos para que éstos puedan llevar adelante sus vidas en paz ha sido desde siempre una función primordial del estado. El contenido de este deber es cada vez más exigente; especialmente, a partir del regreso de la democracia en nuestro país. El estado constitucional de derecho que queremos no tiene ya la única obligación de garantizarnos la convivencia respetuosa y de prevenir y reaccionar frente a la delincuencia. También debe generar un ambiente propicio y adecuado para que florezca la convivencia democrática. Nos pide, cada vez, un mayor énfasis en nuestra capacidad de anticipación, y en la comprensión de los factores que generan o facilitan la violencia y la inseguridad.
Además, la pobreza, la exclusión, la marginalidad, repercuten directamente en el respeto a los derechos de los demás. Socavan la legitimidad y aceptación de las leyes, constituyen un incentivo poderoso para no respetar la ley y pertenecen a lo que se llama causas estructurales del delito. La educación, el acceso a la salud y el trabajo constituyen, sin dudas, los mejores modos de que haya una ciudadanía respetuosa de la ley. Asimismo, la ausencia de acceso a los bienes básicos, deja a la intemperie a los grupos vulnerables, expuestos a los mayores riesgos y genera zonas de retracción del estado que habilitan el surgimiento de enclaves y zonas francas de criminalidad.
Argentina necesita mejorar sus políticas de seguridad y sus políticas sociales. Y debe diseñar también mejores mecanismos para ponerlas en práctica con eficacia y transparencia. Los mecanismos formales de control, como las fuerzas de seguridad, o la administración de justicia, deben armonizarse con otras intervenciones estatales como la escuela, la familia, el trabajo, el deporte, la cultura, pues la desigualdad estructural genera grietas en la cohesión social y en ellas anida también el delito y la violencia.
El acceso a la tutela judicial es otro derecho cuyo ejercicio es inseparable al de la garantía de seguridad. Debemos a todos el pleno acceso a la justicia. A la justicia de los tribunales, claro está, pero sobre todo a la justicia sustantiva que debe guiar todas las políticas públicas. Una idea de justicia fuerte exige policías eficientes, actuando en clave igualitaria, perceptiva de las necesidades de las víctimas, sujeta a la ley, honesta y libre de vínculos con el delito. Y reclama jueces y fiscales capaces, expeditos, bien entrenados, independientes, una justicia no burocratizada, sensible, cercana, transparente. Y condenas justas, ejecutadas con dignidad y dirigidas hacia fines valiosos.
2. La inseguridad es un hecho, las cifras preocupan
Por primera vez en décadas, en los países de América Latina, la delincuencia desplaza al desempleo como la principal preocupación para la población. La región presenta los índices de criminalidad más altos del mundo. Y los jóvenes son el grupo más involucrado en el fenómeno, como víctimas y victimarios. La tasa de homicidios cada 100.000 habitantes, alcanzó el 25.6 promedio en América Latina. En Europa es del 8.9, en el Pacífico Occidental, 3.4, y en Asia Sur‐Oriental 5.8.
Si el análisis se enfoca solamente en los sectores de ingresos medios y bajos de la población, la tasa promedio de homicidios en las Américas se eleva a 27.5. También resulta alarmante que la tasa de homicidios sea de 68.9 entre personas de 15 a 29 años de edad, y alcance al 89.7 para población joven de ingresos medios y bajos. Este aumento se ha visto favorecido por el incremento de la pobreza y la indigencia, que ha elevado los niveles de desigualdad y exclusión social.
Algunos indicadores sugieren que Argentina está mejor que el promedio de sus vecinos. La tasa de homicidios dolosos en 2009, por ejemplo, era de 5.5. Pero sería absurdo creer que somos ajenos a la problemática regional. Y al mismo tiempo, otros indicadores nos alertan sobre los problemas que efectivamente tenemos, o muestran nuestra pobre performance frente a la de otras comunidades que prueban que es posible tener más y mejor seguridad. El mal de muchos en la región, no es consuelo, ni explica lo que somos o dejamos de ser, ni nos autoriza a moderar nuestras expectativas a una vida mejor.
Como puede observarse en los gráficos, en los últimos 20 años, el número de hechos delictivos denunciados a nivel nacional prácticamente se ha triplicado y la población penitenciaria se ha duplicado, generando situaciones de grave hacinamiento y superpoblación.
Las estadísticas confirman la participación y vulnerabilidad de los jóvenes, como víctimas o autores de delitos, tal como corroboran los homicidios y los delitos contra la propiedad cometidos durante el año 2009 y la composición de la población penitenciaria durante el mismo período.
Las autoridades estatales niegan la envergadura del problema y las intuiciones de la población, como si de esta forma fueran a desaparecer, o tratan de morigerar su escala o impacto. Sin embargo, aunque podamos discutir sobre el papel de las percepciones en nuestra comprensión del fenómeno criminal, la inseguridad no es sólo una sensación, sino un modo de percibir y expresar un parecer sobre hechos concretos. Los medios de comunicación pueden magnificar la dimensión de un problema, podemos estar sujetos a prejuicios, nuestras valoraciones personales varían en el tiempo. Todo eso está claro. Pero los reclamos de una gran parte de la población están fundados en hechos cotidianos, en charlas, en experiencias concretas y en datos duros y comprobables también. Durante las últimas dos décadas, nuestro país ha experimentado un sensible incremento en la cantidad de hechos delictivos, especialmente en materia de delitos contra la propiedad, y también en el número de personas privadas de su libertad. Las cifras no mienten.
3. ¿Qué hacer?
El desafío actual consiste, entonces, en garantizar y expandir el goce de derechos utilizando racional y eficazmente los recursos con que contamos. Para ello, en primer lugar, debemos conseguir que las instituciones involucradas en la seguridad funcionen de manera profesional, con alta eficiencia y con respeto por los derechos humanos. Esto implica recursos materiales y capacitación para brindar un servicio de calidad a la población. Pero también el adecuar su estructura para que sean gobernadas democráticamente y rindan cuentas de sus actividades.
Es preciso articular las políticas sociales y de seguridad, de modo de intervenir de modo útil sobre la población en riesgo. La recuperación de instrumentos de contención social como la familia, el trabajo, el deporte, la cultura, y la educación es imprescindible para brindar a los ciudadanos la posibilidad de desarrollar con libertad su plan de vida y reducir las tasas delictivas.
Finalmente, necesitamos políticas de seguridad que tengan a los derechos humanos como guía y límite. El ejercicio arbitrario de la autoridad, en especial la policial, es un factor de riesgo para la seguridad individual. Debemos procurar que las herramientas que proveemos a los agentes del Estado para defender la seguridad de todos, no sean utilizadas para avasallar derechos.
3.1 No hay información ni estadísticas confiables
Es imperioso mejorar todo nuestro sistema de información criminal. En esta materia, como en cualquier otra, no es posible diseñar políticas públicas sin conocer de modo certero lo que ocurre en la realidad. Contamos con escasas herramientas para aprehender la criminalidad y la violencia y controlar el funcionamiento de las instituciones. Aunque existen numerosas dependencias estatales encargadas de producir estadísticas, éstas trabajan sin la debida coordinación. Las metodologías no son siempre compatibles y se genera información de mala calidad, que no está orientada a los usuarios, ni es confeccionada en base a datos fiables.
La Dirección Nacional de Política Criminal (DNPC), por caso, fue creada en 1991 dentro del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Con la sanción de la ley 25.266, en el año 2000, se convirtió en el primer organismo nacional encargado de realizar una estadística oficial sobre criminalidad en el país. Esa ley obliga a los tribunales penales y al Ministerio Público a remitir información para confeccionar las estadísticas sobre el funcionamiento del sistema judicial, y fija una multa para aquellos funcionarios que incumplan este deber. Sin embargo, a más de 10 años de su sanción, el incumplimiento continuado de esta disposición legal no ha merecido la atención de los distintos gobiernos que se han sucedido, ni generado la imposición de sanciones a funcionarios. Como consecuencia, la DNPC ofrece información sobre la cantidad de hechos delictivos detectados y sobre la población penitenciaria nacional, pero no dice nada acerca de cómo funcionan nuestros tribunales. Además, la información que provee es limitada en varios aspectos y se produce con un retraso de 2 años.
Tampoco se han realizado encuestas de victimización sostenidas y consistentes, que ofrezcan una visión aproximada de la cantidad de delitos que no son denunciados (cifra negra) o conocer la calidad de los motivos que ocasionan esta omisión de denuncia.
3.2 Los jóvenes y el delito
El fenómeno de la delincuencia juvenil ocupa un lugar destacado en la discusión sobre seguridad (aunque cabe tener presente la falta de buena información sobre el tema).
La situación se rige actualmente por la ley 22.278, que establece que son punibles los niños mayores de 16 y menores de 18 años, que cometan un delito reprimido con pena de prisión superior a los 2 años. Pero admite el encierro de niños y niñas menores de 16 años por razones de índole personal, no definidas taxativamente, y sin que exista evidencia de su participación en un hecho delictivo, a través de institutos como la disposición provisional o definitiva.
En 2007 había casi 300 niños menores de 16 años —es decir inimputables— alojados en institutos de menores u otras dependencias y en relación con un caso penal. Es decir, no eran imputables, pero eran asimilados como tales (lo que deja traslucir lo insustancial del debate sobre la edad de imputabilidad). Estos niños permanecen detenidos en institutos que, como puede observarse en el siguiente gráfico, en muchos casos no se encuentran preparados para atender sus necesidades y facilitar su reinserción.

Total %
Total país establecimientos relevados 72 100
Chequeos médicos 59 82
Odontología 58 81
Control de enfermedades de transmisión sexual 51 71
Control de VIH 51 71
Talleres de Salud reproductiva 38 53
Formación laboral 29 40
Talleres deportivos 38 53

Fuente: Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Este escenario se ha modificado, al menos a nivel normativo, a partir de la incorporación de compromisos internacionales a nuestro ordenamiento positivo, y con la sanción de la 26.061, que se inscribe en la doctrina de la protección integral, y pretendió dejar atrás el esquema de intervención prevaleciente hasta el momento que, bajo la caracterización de peligro material o moral y/o negligencia, habilitaba la intervención estatal coactiva, focalizada principalmente en niñas, niños y adolescentes de familias pobres con dificultades para la crianza.
Sin embargo, queda un largo camino por recorrer. La implementación de la ley 26.061 viene sufriendo distintos contratiempos que han contribuido a disminuir su potencial. En algunas provincias, incluso las cortes supremas han dictado acordadas que intentan suspender su aplicación, y en otras aún no se cuenta con normativa local acorde a sus lineamientos. La demora de más de 5 años para la creación del cargo de Defensor de la Niñez, es otro de los indicios de lo mucho que falta para garantizar su plena operatividad y funcionamiento.
Resulta inexplicable que el Congreso de la Nación no haya sancionado todavía un régimen penal juvenil que, en línea con lo dispuesto por la Convención sobre los Derechos del Niño los considere sujetos responsables de los hechos que cometan imponiéndoles sanciones penales, atenuadas por su falta de madurez, pero garantizándoles un debido proceso análogo al de los adultos.
3.3 Narcotráfico y el consumo de estupefacientes
La legislación penal en materia de estupefacientes ha sido aplicada mayoritariamente a consumidores y pequeños traficantes, en particular mujeres y extranjeros. Un estudio del 2009, analizó la labor de un juzgado federal con asiento en Buenos Aires. Sobre 450 casos tomados como muestra, sólo el 10% configuraba tenencia de estupefacientes con presuntos fines de comercialización; un 5% correspondía a tenencias simples y otro 10% a tenencias con fines de consumo. El 75% restante correspondía a casos donde la cantidad de sustancia incautada era ínfima y condujo al archivo de las actuaciones. Además, sólo el 1% de los casos de tenencia con fines de comercialización fueron elevados a juicio.
Lo mismo sucede con el contrabando de estupefacientes. Salvo excepciones, está centrado en las “mulas”, es decir, personas vulnerables reclutadas por organizaciones delictivas para transportar pequeñas cantidades de estupefacientes, habitualmente, a través de fronteras. En general, son mujeres pobres, que ponen en grave riesgo su vida, a cambio de pagos irrisorios.
El Consejo Nacional de las Mujeres indicó en 2001 que más de la mitad de las mujeres presas estaban condenadas por infracciones a la ley 23.737. La Procuración Penitenciaria, detectó además que durante los últimos años hubo un crecimiento del 240% de la población carcelaria femenina, mientras que la población carcelaria masculina se incrementó en un 180%. Casi el 40% de las mujeres son extranjeras, en su mayoría de Bolivia y Perú. El 85,7% de ellas está en prisión por infracción a la ley de drogas.
A ello se suman numerosos déficits que impiden la persecución eficiente del narcotráfico a gran escala. El Departamento de Estado de los Estados Unidos, indicó que Argentina debe mejorar la coordinación entre las distintas instancias encargadas de la prevención y persecución del narcotráfico, revisar su sistema de enjuiciamiento, e invertir en capacitación y recursos técnicos que permitan interceptar los cargamentos que son camuflados en contenedores o que atraviesan las fronteras con Bolivia y Paraguay.
Y en el mismo sentido, se expidió el Comité Científico Asesor en Materia de Control del Tráfico Ilícito de Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas y Criminalidad Compleja que afirma que por la permeabilidad de nuestras fronteras, persiste el tránsito de enormes cantidades de sustancias a través de los puertos y aeropuertos nacionales, cuya magnitud recién se conoce cuándo llegan a destino en el exterior o cuando se logra interceptarlos. El Comité señaló, además, que en muchos casos las incautaciones son producto de actuaciones individuales y no de estrategias conjuntas entre las fuerzas de seguridad federales y provinciales, o actividades previas de inteligencia. Y que a pesar de la existencia de la ley de bienes decomisados, no hay una sola causa en la que se haya reportado por las autoridades a cargo de dicho registro el seguimiento de rutas de dinero.
Todo esto obedece a distintas razones. Desde omisiones tecnológicas, como la ausencia de una adecuada radarización, una enorme corrupción y la falta de políticas criminales por parte del estado. El propio Poder Ejecutivo ha reconocido esta situación al dictar el decreto 1407/04, que afirmó que los sistemas de detección resultaban escasos y se limitaban a las áreas terminales de Ezeiza, Córdoba, Mendoza, Mar del Plata y Paraná.
Las políticas actuales tampoco han logrado disuadir a los potenciales consumidores. Hubo un aumento del policonsumo y el retorno a sustancias psicoactivas, que eran utilizadas hace dos décadas. El Observatorio dependiente de la SEDRONAR fue creado recién en el 2005, y las 3 encuestas sobre consumo en población general realizadas no permiten observar la evolución de la problemática, porque no son comparables entre sí. Las medidas de seguridad o curativas previstas en la ley también son ineficaces. Y se trata a las personas como enfermos y delincuentes, o se impone la realización de tratamientos mediante la coerción penal, en lugar de a través de abordajes interdisciplinarios más fructíferos.
3.4 Delito y armas de fuego.
La cantidad de armas de fuego en poder de la comunidad ha experimentado un impresionante incremento en los últimos 20 años. Muchos las han adquirido para defenderse y también se ha ampliado la demanda de servicios de seguridad privada, que en muchos casos cuentan con personal armado, sin un control estatal eficiente.
De acuerdo a la Red Argentina para el Desarme, en nuestro país hay un arma cada dos hogares y se estima que existen alrededor de 4.8 millones en circulación, de las cuales solo 1.2 millones están registradas.
Esta situación se traduce en mayor violencia social, y en el agravamiento de las consecuencias de delitos tradicionalmente no violentos (por ej. los delitos contra la propiedad), que ahora culminan con lesiones o la pérdida de vidas humanas.
3.5. La policía no anda bien y no hay control de la seguridad privada.
Nuestra policía funciona hoy más como un órgano de disciplinamiento social que como un instrumento de control del delito. Su dirección y administración se encuentra en manos de la misma fuerza, lo que contribuye a la definición de funciones, misiones, y fines institucionales independientes de la orientación general del gobierno. La organización actual de la Policía Federal, que se mantiene intacta desde el dictado del decreto 333/58, responde a un formato vertical propio de estructuras militares y constituye una barrera para encarar reformas democráticas. Esta forma de estructurar los cuerpos permea los reglamentos, los valores, las prácticas y las costumbres del personal policial y establece la forma y las reglas de interacción con la comunidad y los estamentos administrativos y de gobierno.
El sistema de doble escalafón fija diferentes requisitos para ingresar a las escuelas de oficiales y suboficiales, generando distorsiones (dado que un suboficial con 20 años de experiencia pueda tener una jerarquía menor que jóvenes recién egresados de la academia) y conspira contra la posibilidad de contar con una preparación formalizada, o con un sistema adecuado de evaluaciones y control. Esto genera que la mayor parte de la formación se haga directamente estando en el trabajo cotidiano y bajo la dirección de los suboficiales, que casualmente son los protagonistas de la mayoría de los casos de brutalidad policial.
Otro aspecto problemático es el sistema de pases y ascensos, que al ser manejado por la jerarquía de cada fuerza, a través de una Junta de Calificaciones, se presta a todo tipo de abuso y arbitrariedad. Y también el régimen disciplinario que al no permitir una defensa eficiente, poner la instrucción a cargo de los superiores inmediatos de los acusados y no prever ningún tipo de control externo, privilegia la obediencia al personal jerárquico por sobre la averiguación de la verdad.
La corrupción policial, por ello, está enlazada con una serie importante de reglamentaciones y prácticas cotidianas. Las conductas policiales delictivas son el resultado de políticas concretas, antes que de voluntades personales.
Por otro lado, el constante incremento de presupuesto y personal durante los últimos 10 años no ha tenido un correlato sobre los niveles de eficacia y sugiere que no se ha invertido con inteligencia.
Esta situación ha generado que durante los últimos 25 años, las empresas privadas que ofrecen servicios de seguridad se reproduzcan de manera constante en las Américas y a nivel mundial y experimenten un ritmo de crecimiento, que sólo fue superado por la industria automotriz, llegando en algunos casos a emplear más personal que las fuerzas policiales. Esta creciente intervención de personal de empresas privadas tiene algunas consecuencias negativas, como la desvinculación de las funciones seguridad de la noción de derechos humanos y su conversión en un mero producto que puede adquirirse en el mercado. A pesar de esta notable expansión, en la Argentina, esta actividad no cuenta con un marco regulatorio a nivel nacional y se rige, básicamente, por el decreto 1002/99.
Aunque fue creada en el ámbito de la Cámara Nacional de Casación Penal por la ley 24.121, la policía judicial no se encuentra en funcionamiento. Jueces y fiscales se ven forzados a investigar casos complejos, como narcotráfico y corrupción, con personal que depende directamente del Poder Ejecutivo. Por otro lado, resulta evidente la escasa preparación, profesionalismo y eficiencia de la policía en investigar la criminalidad organizada.
3.6 Las cárceles son indignas y no cumplen su misión.
La ley 24.660 tiene ya 15 años, y si bien fue un avance en 1996, hoy merece una revisión. La ausencia de pautas objetivas para determinar el cupo penitenciario y de mecanismos que permitan cuestionarlo, quizás sea uno de sus principales defectos. Los mecanismos de remediación no son eficientes.
El Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Relatoría sobre Personas Privadas de su Libertad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han criticado nuestras cárceles. La cuestión, sin embargo, no ha recibido aún adecuado tratamiento legislativo, ni han existido políticas públicas de prevención. A las condiciones de alojamiento y convivencia inadecuadas se suma la insuficiente oferta de programas de capacitación laboral y educación, y de actividades recreativas que resultan de vital importancia si tomamos en cuenta el déficit que padece la gran mayoría de los internos y las internas.
El bajo nivel educativo y de capacitación laboral seguramente ha afectado las vidas de los internos antes de ingresar a una prisión, al limitar seriamente sus posibilidades de inserción exitosa en el mercado laboral. Y al ser combinado con el impacto negativo de la privación de la libertad genera problemas adicionales, que complican la labor de la autoridad penitenciaria y las posibilidades de reinserción exitosa en el medio libre.
En definitiva la preocupante situación actual genera que la pena de prisión trascienda la privación de libertad ambulatoria, y restrinja indebidamente otros derechos que deberían poder ejercerse en condiciones de igualdad con el resto de la ciudadanía.
La distante disposición geográfica de las cárceles a lo largo del territorio y la práctica de traslados periódicos dificulta el contacto de los detenidos con sus seres queridos. Muchos establecimientos están en zonas alejadas o directamente de frontera, mientras que la mayoría de las familias está concentrada en la zona metropolitana.
Por otro lado, los organismos encargados de la supervisión de la gestión de las cárceles, y fundamentalmente del respeto por los derechos de los internos también se encuentran en crisis. Actualmente existen 5 juzgados de ejecución penal, pero sólo 3 de ellos están funcionando y 2 cargos de juez se encuentran vacantes, los equipos interdisciplinarios, las oficinas en los establecimientos penitenciarios y de control de la suspensión del juicio a prueba previstas en la ley 24.050 no funcionan, y sólo existe 1 fiscalía y 2 defensorías de ejecución penal.

lunes, 13 de junio de 2011

ENCUESTA: ALFONSÍN AVANZA Y CRISTINA NO PUEDE EVITAR EL BALLOTAGE


EXTRAÍDO DE "ENCUENTRO UCR"
http://www.encuentro-ucr.com.ar/

Con el panorama despejado y los candidatos presidenciales posicionados, el semanario Perfil sacó la primera radiografía de intención de voto en las elecciones nacionales.



Aunque faltan más de cuatro meses para que los argentinos elijan, la foto hoy indica que Cristina Fernández de Kirchner aventaja a Ricardo Alfonsín, pero según el sondeo de Management & Fit, el oficialismo tendría que disputar el ballottage porque la Presidenta no alcanza los 40 puntos.



Después de que se bajaron Mauricio Macri, Fernando “Pino” Solanas y Felipe Solá de la carrera presidencial, la grilla de candidatos quedó formalizada, de acuerdo a la intención de voto, de la siguiente forma: a CFK y Alfonsín le siguen Alberto Rodríguez Saá (con casi 7 puntos), Eduardo Duhalde (con 5,8 puntos), Hermes Binner (con 5,1 puntos), ninguno (con 4,9 puntos), Elisa Carrió (con 4 puntos) y otros candidatos con 1,1 puntos.



En el escenario de la consultora a la que Perfil le encargó la encuesta hay un alto porcentaje de indecisos, que alcanza el 23,5 por ciento.



Es decir: Cristina duplica al segundo que es Alfonsín, y Alfonsín triplica en general al resto de sus seguidores. En consecuencia, el debate hoy reside en saber si se mantendrá la dispersión o, a medida de que se acerque octubre, se tenderá a una polarización.



En la última semana se lanzó Ricardo Alfonsín acompañado por el economista Javier González Fraga. Eduardo Duhalde junto al gobernador de Chubut Mario Das Neves hizo lo propio por el peronismo disidente. Hermes Binner junto a la senadora juecista Norma Morandini realizó su presentación formal ayer. Alberto Rodríguez Saá anunció su candidatura hace dos semanas, pero todavía está sin vice. Mucho antes se había lanzado Elisa Carrió junto a Adrián Pérez.



Está claro que estos números sólo muestran cómo se va acomodando el electorado a partir de que las opciones están más claras. De hecho, Cristina todavía no anunció su candidatura. Si bien en el Gobierno todos trabajan para su reelección, aún existen dudas de que se presente para el sillón de Rivadavia y ya especulan con una postulación del gobernador Daniel Scioli.



Eso sacudiría el mapa político porque, además de empezar a medir para presidente a alguien que va para gobernador, el kirchnerismo debería encontrar un reemplazante para Scioli en la Provincia. En este esquema, menos saben en el Gobierno quién podría ser acompañante de fórmula de CFK.



La foto de hace un mes, cuando todavía no estaban definidas bien los binomios, era ligeramente distinta. Cristina tenía cinco puntos más y había menos indecisos. A mayor oferta, parece haberse afectado la Presidenta y aumentado el número de indecisos quedando muy bien parado, de cara a un presunto ballottagge, el líder radical Ricardo Alfonsín.





Fuentes: Perfil y Contexto

TENGO UN SUEÑO


Tengo un sueño.
Alguna vez soñé con el fin de las dictaduras y la guerrilla; con la instauración de la Constitución Nacional y la ley; con el debate de ideas para construir un país; con el fin de la muerte o la persecución para el que pensara distinto; con el fin de los exilios y la muerte de pena lejos del terruño; con el fin de la intervención de universidades, sindicatos y la represión; con el esclarecimiento de las desapariciones forzadas de personas; con que un presidente constitucional entregara la banda presidencial a otro presidente elegido por el voto popular.
Gran parte de ese sueño, lo cumplieron los radicales en el gobierno. Gran parte de ese sueño, con la ayuda de la inmensa mayoría del pueblo argentino y la colaboración de los partidos políticos, lo cumplió el PRESIDENTE RAÚL ALFONSÍN.
El fervor y la participación para cambiar las cosas se fue apagando. Los partidos políticos fueron perdiendo el rol protagónico y fundamental en el campo de lo ideológico. La Democracia se fue tornando, tal el concepto de Guillermo O`Donnell, en "delegativa".
Cuando más nos alejábamos de las dictaduras y la posibilidad de golpes de Estado, paradójicamente, más caía el involucramiento de la gente en la cosa pública. La etapa de RAÚL ALFONSÍN, riesgosa para la Democracia desde lo frágil de las jóvenes instituciones de la República, que debían crecer y fortalecerse, y desde las dificultades económicas (causadas por la dictadura y fomentada por los grupos de poder en la primera gestión constitucional), fue un desafío para la vida cívica. La población movilizada defendió la "DEMOCRACIA PARA SIEMPRE".
Esas mismas dificultades, si bien estaba asegurada la institucionalidad, pegaron duro en la gente y muchos se autoconvencieron que no es posible cambiar el país desde la participación política. La frustración derivó, como suelen afirmarlo las escuelas psicológicas, en APATÍA: "No me interesa la política"... Sin embargo esa "rebelión", ese meterse en la propia "caparazón", significa: "No estoy de acuerdo con como se maneja la cosa pública. No estoy de acuerdo con las políticas públicas que perjudican al hombre común. No estoy de acuerdo que la política sea un botín para los inescrupulosos, una bolsa de trabajo para la delincuencia..." Conclusión: el alejarse por no estar de acuerdo es darle vía libre al latrocinio y que afloren los peores e ineptos en la noble actividad política.
Se puede cambiar la condición humana desde la Fe (soy testigo y he estudiado profundamente como el Cristianismo ha intervenido fuertemente en terminar con la esclavitud, en reducir la explotación laboral, en fortalecer la familia). Se puede cambiar la condición humana desde el trabajo solidario. Incluso, desde el arte. Pero como dice RICARDO ALFONSÍN: " nada es más importante para cambiar la condición humana que la POLÍTICA", desde donde se pueden tomar decisiones fundamentales que afecten a toda la población de un país (y lo sabemos: para bien o para mal).
Mi sueño, en parte cumplido y en parte trunco, aún subsistió durante la década del 90 y el primer decenio del dos mil. Ese sueño vuelve a surgir con toda su potencia al emerger un centenario partido. Al emerger un nuevo liderazgo, como es el de RICARDO ALFONSÍN. Un liderazgo capaz de guiar hacia la construcción colectiva, sin despreciar o renunciar a la identidad propia. Una visión capaz de llevarnos al desafío del diálogo con los que pensamos distinto. Una visión que nos lleve a crecer en al diversidad, sin la subestimación o prejuicio hacia el otro.
Mi sueño avanza. Desde la Educación podemos crear una Argentina con valores . Podemos dejar atrás el "destrato a las instituciones" para recuperar la REPÚBLICA y transformarnos en un país creíble para el mundo. Un país donde crezcan, de un modo jamás visto, las inversiones: generando trabajo, impulsando el salario, aniquilando la inflación (que tiene un origen sustancialmente distinto a la de los ochenta). Ya no son viables las recetas económicas de ajuste hacia los que menos tienen. Ya no son viables las recetas económicas tendientes a "enfriar la economía" para frenar la inflación. Chile, después de la cruel dictadura pinochetista, que dejó al país con un 28 % de inflación anual, reconoció y atacó ese problema reduciendo en forma gradual y llevando, en el término de cuatro años, la inflación a menos de un dígito (8% anual), sin dejar de crecer, sin dejar de desarrollarse.
Sueño con ese gobierno de matriz radical, pero con la concreción de aquel "Discurso de Parque Norte", con una nueva y más profunda convergencia programática.
Sueño con que todos esos pasos servirán para terminar con la inmoralidad del trabajo en negro (que paga magros salarios y no ofrece cobertura de salud, hipotecando la ancianidad sin aportes jubilatorios); que servirán para lograr la reducción drástica de la pobreza; que lograrán un desarrollo económico y humano nunca visto; que crearán un país con justicia, donde se respete la ley y se premie el sacrifio; que pondrán fin a la ola de inseguridad; sueño... sueño...
SUEÑO CON EL RADICALISMO EN EL GOBIERNO.
SUEÑO, CON RICARDO ALFONSÍN PRESIDENTE DE TODOS LOS ARGENTINOS.
Hugo Turrini

domingo, 12 de junio de 2011

LA CONVENCIÓN APROBÓ EL ACUERDO


Buenos Aires (NA) - La UCR bonaerense aprobó ayer orgánicamente su acuerdo electoral con Francisco de Narváez luego de una férrea defensa del candidato presidencial Ricardo Alfonsín, quien criticó al GEN y al socialismo, y dijo que "nadie tiene derecho" a exigirle "una demostración de progresismo".

Fue a través de la Convención de la UCR de la Provincia de Buenos Aires, donde Alfonsín tuvo a cargo el discurso de apertura, que aprovechó para responder a las críticas de sus ex socios extrapartidarios, pero también las propias de las bases radicales.

"Sé que lo que estamos proponiendo es una movida audaz y atrevida que puede traer problemas a la UCR y al peronismo. Pero no estamos dispuestos a dejar de hacer lo que creemos mejor para el país", sostuvo Alfonsín al tomar la palabra en el teatro Ramínez Faure de la ciudad de Avellaneda.

Ante unos 290 convencionales de todos los puntos de la provincia, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín sostuvo que Hermes Binner y Margarita Stolbizer, que rompieron con la UCR tras el acuerdo con De Narváez y formaron el Frente Progresista, "desisten de plantear lo que creen positivo para el país por miedo a pagar los costos".

"Un político de raza jamás actúa con reserva. Hace lo que debe hacer", dijo el diputado nacional y agregó que "nadie tiene derecho" a atribuirle "intenciones espurias o decir que no se está trabajando por el país".

Además, les pidió a ambos dirigentes que "juzguen con la misma vara" el acuerdo con De Narváez con respecto a otras estrategias electorales tanto en Santa Fe y en Buenos Aires, y en un duro mensaje a Stobizer recordó que en las legislativas de 2009 "algunos dirigentes no querían que vaya de segundo en la lista de diputados, sino que (el dirigente agropecuario) Mario Llambías ocupara ese lugar".

"Esos dirigentes hoy hablan con Felipe Solá", cuestionó Alfonsín y agregó: "Nadie tiene derecho a exigirme demostraciones de progresismo. Mi trayectoria y formación acreditan de manera suficiente que soy coherente con los valores radicales. ¿Por qué nos exigen a nosotros cosas que no se exigen ellos mismos?".